Once de Septiembre



Once de septiembre del 2011, se cumplieron diez años del ataque que conmociono el mundo, el inconcebible y despiadado "Osama BOOM" contra las Torres gemelas. Donde casi tres mil personas perdieron la vida, catastróficamente.


Un brutal estruendo se escucho aquella mañana desconcertando no tan solo a los que cerca vivieron la experiencia, sino que mientras la noticia recorría el mundo el estar aturdido era tan solo una pizca cuando un segundo avión destrozaba sin piedad aquel memorable edificio. Estructura que funcionaba como  el centro de comercio mundial, pero representaba más que eso, era un monumento norteamericano. El cual abordaba en el, miles de personas de todas las nacionalidades, razas, sexos, ideologías, costumbres, edades entre otras. Las cortinas de humo se elevaban mas allá de lo que conocemos como cielo, así lo confirmo Frank Culbertson (astronauta) el cual se encontraba en la base espacial internacional y que desde allí vio como el humo lleno de dolor se elevaba sobrenaturalmente. Aun el dolor emerge de aquel lugar, que será un verdadero monumento en conmemoración a los fallecidos ese violento día, lugar donde irónicamente aun encuentran restos que son evaluados por su ADN para determinar de quien son.


Algunos se preguntan, ¿donde estaba Dios o por que permitió tal atrocidad? Deberíamos empezar por decir que casualmente ese día en particular fue el día de mayor ausencia en la historia del world trade center, que un caballero haya cambiado su rutina diaria para comprar unas bandas para sus zapatos nuevos, que un padre de familia se le haya explotado una llanta y desde el lugar donde la remplazaba vio el despiadado suceso; en pequeñas cosas como estas, ahí estaba Dios. Y lo increíble luego de todo esto, es que dicho por los mismos norteamericanos, ahora son más susceptibles y dadivosos con su prójimo luego de tal inhumano acto, se convirtieron en mas humanos.    


Dios está en todo lugar solo él sabe dentro de su majestuosidad el porqué de los sucesos humanos, por ende agradecerle cada día de vida es tan increíblemente preciso.