Los valores son atributos para obtener una vida plena. Estos son adquiridos desde tu niñez, pero modificados de adulto. Aunque la raíz de estos ya está en tu interior, tu solo decides si seguir cultivando esa planta haciendo penetrar dichas raíces más a fondo. Tomando en cuenta la conciencia de tus valores, cuan buenos o malos son, solo de esta forma podrías mejorarlos para bien. Para esto primeramente debes descubrir que valores te convienen y como trabajar para adquirirlos, y complementarlos en nuestro diario vivir.
Pero que ha pasado con los valores a donde se fueron, quien los dejo ir tan lejos. Quizás fueron los políticos, los educadores, las leyes, la sociedad, los gobernantes o quizás la religión ¿Quien fue? Quizás todos pues todos vivimos en este mundo, el cual esta carente en especial de valores humanos. La gran mayoría de las personas ven como valores las posesiones materiales, posición económica, social y liberal, creando de esta manera una sociedad egoísta, mal hablada, intolerable, posesiva, inmadura causando de esta manera conflictos religiosos, políticos y sociales, aseverando quien es el mejor en una competencia absurda.
Humanidad que no es capaz de tomar consejos. Que lo podría decir un pastor, cura, político, educador, psicólogo, médico o tu padre, total da igual, se vive sin conciencia. No importa si te ponen el consejo en una pancarta o en un billboard que importa de igual manera no importara, vivimos como quiera ejemplo: una caja de cigarrillos dice lo dañino que este es, lo dicen los medios de comunicación, los médicos, los educadores y hasta pancha la de la esquina, no importa aun así fumamos. Que la incapacidad humana de tolerancia y paciencia nos lleva a matarnos entre nosotros mismos. Que cuando los hijos llegan a la adultez queremos tengan valores, educación y sobre todo que realicen las cosas bien (como Dios manda) cuando en su infancia y adolescencia fueron criados en inestabilidad, que el egoísmo de sus padres solo pensó en ser felices sin importar de que manera y que pensaron sus hijos, que es común que la televisión y los juegos de videos los críen. Al pasar los años y en su camino descarriado nos preguntamos ¿qué hicimos mal? Cuando sacamos tiempo para las tareas del hogar para ver el programa favorito para salir a tomar, para despejar la mente donde buscamos la manera de obtener tiempo libre ya sea para terminar algún trabajo o tomar aire fresco, pero ninguno para compartir con ellos. Donde se prefiere obtener dinero para sacarlos a divertirse con video juegos mientras utilizamos la compu o el celular. Que esto es más común que pasar tiempo de valor quedándose en casa con un juego de mesa, estimulando la unión familiar. Todo porque eso es más conveniente. Y aun así nos preguntamos ¿qué hicimos mal? La conveniencia a llevado a la destrucción de la pareja y peor aún, de la familia. Donde sacar a la pareja a comer es más conveniente que entre ambos preparen una deliciosa cena, disfrutando cariñosamente este momento culinario de preparación. Que se escucha y suele ser mejor felicidad económica e infelicidad amorosa, que felicidad amorosa y difícil situación económica. Que es más común tener una pareja estable y una para de vez en cuando, que una pareja realice un jardín en su patio. Pues así vivimos sin valores.
Que nefasto se ha convertido nuestro mundo. Entre más tiempo pasa, tan solo empeora debiendo mejorar. Utilizamos sus recursos en forma explotadora, sin ningún consentimiento del mañana. Con una vida vaga o nula de valores humanos. Que frases como “que importa” o “la vida es así” se han convertido en frases comunes, que determinan lo lejos que los valores han ido en sentido contrario y definitivamente la importancia casi nula que existe de ellos. Que expresiones como “la vida es corta” es utilizada para hacer lo que se quiera de forma suspicaz sin pensar en el prójimo, pisoteando todo hasta la autoestima y valores de los demás. Que se usa frecuentemente con la idea de haz lo que te plazca sin importar las consecuencias, pero rápido pues la vida se puede terminar en un instante. Si esta frase fuese utilizada de manera correcta teniendo valores concretos, como intentar llenar tu vida espiritualmente pues si se acaba hoy, poder disfrutar de una vida eterna mañana. Es difícil entender como tantos creen en Dios, y viven como si no existiera y menos en pensar obtener una vida eterna.
Durante la realización de este escrito sobre valores, intentando captar la atención del receptor y la comprensión de cuan valiosos e importantes son estos en nuestra vida. Que logramos pensar y vivir con la errónea idea de que cosas como la belleza exterior son más importantes que la interior, dándole más énfasis a estos que a los que verdaderamente debemos. Que se prefiere limpiarse y maquillarse por fuera que limpiarse y arreglarse por dentro. Que preferimos ayudarnos a nosotros mismo que ayudar al prójimo, y si ayudamos al prójimo es porque queremos algo a cambio o sacaremos provecho de ello en algún momento. En este proceso a Dios, se le ocurrió una ingeniosa idea, hacérmelo ver. Pues en mis labores cotidianas, un compañero sufrió un accidente, este se topo con el percance de resbalar de lo alto. En ese justo momento cuando logre ver dicho resbalón intente socorrerlo inmediatamente e intuitivamente atraparlo para que su caída no fuese una grave. En esta accidentada situación, salí rasguñado de gran forma en el rostro, esto no hizo más que percatarme de cuán importante era mi belleza física.
Teniendo en cuenta la gravedad del accidente y cuan afectado este hubiese quedado de yo no estar ahí y poderlo ayudar, mi arrogancia y narcisismo llego a pensar por un momento “porque me metí ahí” si no lo hubiese hecho no me hubiese lacerado el rostro a la vez si no fuese por mi laceración en el rostro, hoy él estuviese muy mal herido. Sin embargo hoy él goza de buena salud, y le doy gracias a Dios de brindarme la oportunidad de ayudarlo. Con esto comprendí que inevitablemente lo exterior se daña pues esta a la intemperie, pero tu interior lo puedes cuidar mejor, y no se dañara a menos que tú mismo lo hagas o que ya este dañado.
Cuando ayudes hazlo de corazón, no importa las consecuencias.
